Conversaciones con amigos (Conversations with Friends, 2017) tiene la extraña virtud de enganchar a pesar de centrarse en las historias de protagonistas caprichosos, egoístas e imperfectos. Uno de sus mayores logros es hacer fácil la ardua tarea de retratar la cotidianidad de las relaciones de una forma vívida y compleja, sin caer en estereotipos ni buscar la empatía con el lector. Conversaciones con amigos es la primera novela de la joven escritora Sally Rooney, criada en la Irlanda rural por una familia de clase media. Logró publicarla en 2017 mientras cursaba un máster sobre estudios culturales estadounidenses en el Trinity College de Dublín y compaginaba trabajos como camarera y preparadora de debates universitarios. En 2018 publicaría su siguiente obra, Gente normal (Normal People, 2018), que la convertiría en un fenómeno literario.
Conversaciones con amigos narra un corto periodo de la vida de dos estudiantes de la universidad Trinity College de Dublín: Frances, una poeta comunista de 21 años, y Bobbi, su mejor amiga y ex novia, desenfadada y radical en sus puntos de vista. Las dos se dedican, en sus ratos libres, a realizar performances en las que recitan la poesía escrita por Frances en ambientes pseudointelectuales de la capital irlandesa. En este contexto conocen a Melissa, una periodista que se mueve en círculos artísticos, y a su marido Nick, un actor poco conocido. Nick y Melissa se sienten atraídos por la inocencia y el vigor de las dos chicas, y Frances y Bobbi se ven arrastradas a un mundo sofisticado y resplandeciente pero no desprovisto de artificio.
La trama se centra en la compleja dinámica en la que se sumergen estos cuatro personajes, con Frances de narradora y eje principal. Las conversaciones a las que hace mención el título se despliegan y entretejen a lo largo de la historia gracias al habilidoso estilo narrativo de Rooney, sencillo pero eficaz, en que los diálogos convencionales son sustituidos por una primera persona a medio camino entre el mundo interior de Frances y la realidad a la que se enfrenta. Otro de los puntos fuertes de la novela es su lectura a varios niveles: es tanto una reflexión sobre la fragilidad de las relaciones, el paso a la edad adulta, las dinámicas matrimoniales, el amor romántico y la infidelidad desde la perspectiva de una mujer joven en un contexto socioeconómico y cultural privilegiado del que no acaba de ser consciente. Conversaciones con amigos es especialmente recomendable para lectores capaces de disfrutar con retratos poco favorecedores, e incluso crueles, de sus protagonistas, con los que resulta difícil empatizar en algunos momentos pero cuyas acciones y reacciones nos resultan incómodamente reconocibles.
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